Ante la gran variedad de anclajes refractarios que ofrecemos en ACFI, hemos creado esta guía para que conozcas para qué sirve cada uno de ellos. De esta manera, también podrás obtener aquellos que se ajusten mejor a tus necesidades.
Las diferentes formas de los anclajes refractarios y sus funciones
Entre todos los anclajes refractarios, estos son algunos de los más empleados:
- Sujetadores en Y. Son ideales para aquellos revestimiento bicapa, es decir, de hormigón aislante y otro material. Este puede ser un aislante de fibra mezclado con hormigón duro, por ejemplo. Para encargarlas a medida, es importante especificar la anchura, longitud y sección.
- Anclajes en V. Están indicadas para revestimientos monocapa de hormigón. La forma de la “V” puede pedirse con diferentes acabados: lisos, con ondulaciones, estriada… Con el objetivo de conseguir un agarre más efectivo se puede revirar alguna de sus partes con respecto al eje de simetría.
- Espárragos o studs -también llamados “pitones”– sirven, asimismo, para revestimientos monocapa de hormigón. Sobre todo, se usan en aquellos casos en los que debe colocarse un gran número de anclajes.
- Cuplocks, específicos para fibra cerámica. Este tipo abarca una gran familia de studs, arandelas, tuercas… Pero los de mayor rendimiento son los de tipo rosca y los de tipo cremallera, los cuales cuentan con dientes troquelados para mejorar la sujeción del cuplock.
- Tipo dos cuerpos. En estos casos, se emplea para aquellos revestimientos bicapa de hormigón instalados por vertido. La particularidad es que el anclaje se entrega en dos secciones. Por un lado, la V con extremo roscado. Y, por otro lado, la sección vertical que también cuenta con un roscado.
Todos los anclajes refractarios suministrados por ACFI están fabricados a partir de materias primas de origen europeo y cuentan con el certificado 3.1. Para hacer tu pedido, ponte en contacto con nosotros.