Cubrir las necesidades de studs puede hacerse mediante dos vías: la compra de studs estándar o personalizados. En lugar de resaltar un tipo por encima del otro, en las próximas líneas compartimos las ventajas e inconvenientes de cada tipo. El objetivo es que sepas qué esperar al elegir uno u otro.
Cuando nos referimos a studs estándar hablamos de aquellos que cuentan con características preestablecidas. Por ejemplo, de uno a otro modelo pueden variar el tipo de rosca, la forma o la longitud, entre otras diferencias.
Por lo general es fácil y rápido tener acceso a este tipo de componentes dado que suele haber stock disponible siempre. Esta condición se da porque hay una gran rotación. Pero puede que no se ajusten al 100% a las condiciones del proyecto.
A diferencia del caso anterior, los personalizados no responden a un cánon genérico sino que se adaptan a las necesidades específicas que tengan los clientes. No hay reglas particulares a la hora de demandar este tipo de studs.
Como ventaja, son más adaptables a los requisitos técnicos de proyectos especiales.
No obstante, hay que tener en cuenta que se fabrican bajo pedido. Dicho con otras palabras, se debe estudiar primero el tipo de diseño requerido, solicitar los materiales y producirlos. Así que la entrega no es tan rápida.
Ambas peticiones son complementarias y no sustitutivas. Además, ponen de relieve que la clave del éxito es la buena comunicación entre cliente y proveedor.
En ACFI somos más que distribuidores. Fabricamos studs personalizados (o “a la carta”), al mismo tiempo que tenemos un amplio surtido de studs estándar. Descarga nuestro catálogo para acceder a toda la información técnica.
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