Por dar una explicación sencilla, podríamos afirmar que los anclajes para ladrillos refractarios son elementos de sujeción que se usan para fijar los ladrillos refractarios en su lugar en una estructura de horno o de chimenea. Por supuesto, su característica principal es que deben ser capaces de soportar las altas temperaturas que se sufren en entornos de ese tipo.
No es la primera vez que tratamos de aspectos relacionados con los anclajes para ladrillos en nuestro blog. Si quieres complementar la información de este post te recomendamos la lectura de los siguientes artículos:
- Lo que debes saber sobre el anclaje de ladrillos refractarios
- Principales aleaciones usadas para anclajes de ladrillos
Ahora sí, continúa leyendo este artículo para saber los diferentes métodos de anclaje.
Algo a tener presente al elegir anclajes para refractarios es cuál será la carga requerida, y dónde se ubicarán. El acero es uno de los materiales más resistentes a grandes cargas de peso y soporta altas temperaturas sin verse modificado. Por todo ello, es el material recomendado.
Una de las variables más significativas en anclajes para ladrillos tiene que ver con su forma. A continuación te mostramos algunas que son comunes según nuestra experiencia.
Para empezar, destacaremos los anclajes de anillo. Se trata de sujeciones que se colocan alrededor del ladrillo y se fijan en su lugar mediante pernos o soldaduras. Tienen la capacidad de soportar las temperaturas más altas.
Otra clase de anclaje es el tipo espiga, que se inserta en el ladrillo y se fija con soldadura. Se recomienda su uso en aplicaciones de baja a media temperatura.
También existen los anclajes de lengüeta. Esta lengüeta se inserta en una ranura del ladrillo. Al igual que en los anteriores, se pueden colocar pernos y soldar para asegurar la sujeción. Tal y como los de anillo, son buenos para las temperaturas altas aunque no tan extremas.
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