Ya hace un tiempo que incorporamos a nuestra cartera de servicios el chorreado de superficies y de piezas metálicas. Este trabajo resulta complementario a la soldadura y existen ventajas en el hecho de que ambos procesos se lleven a cabo por parte de un mismo proveedor, como ACFI.
¿Cuál es la razón principal? Como profesionales de la soldadura, conocemos con precisión qué aspecto debe tener la superficie chorreada con el fin de obtener los mejores resultados.
En las siguientes líneas te contamos cuáles son los pasos que seguimos para garantizar a nuestros clientes el más óptimo rendimiento.
Primero, cabe mencionar la selección del material que empleamos.
Existe una normativa llamada ISO 8501 en la cual se clasifican los niveles de limpieza de acuerdo con el trabajo requerido. Nosotros empleamos el grado de Sa 2 ½ , que es una referencia de verificación visual resultante del proceso. El chorreado se vale de abrasivos que consiguen liberar los residuos visibles hasta un 95%, haciendo quedar la pieza casi blanca.
Segundo, nos aseguramos de mantener el chorreado la cantidad de tiempo requerido para que no queden más que ligeras sombras donde antes había herrumbre, cascarilla de laminación y otros residuos.
Y, tercero, una vez se ha terminado el proceso, se erradica cualquier clase de polvo resultante del abrasivo. Para lograrlo, se emplea aire comprimido y un cepillo, siempre certificando su limpieza.
Si quieres conocer cuáles son las similitudes y diferencias entre el chorreado de superficies y el granallado, te animamos a leer el artículo de nuestro blog: “¿Es lo mismo chorrear que granallar?”.
Nuestro buen hacer nos ha permitido trabajar para proyectos tan diferentes como vigas, tuberías, hornos, calderas, depósitos, paredes acuotubulares, etc.
En caso de requerir el servicio de chorreado de superficies, no dudes en contactar con ACFI.
A diferencia del caso anterior, los personalizados no responden a un cánon genérico sino que se adaptan a las necesidades específicas que tengan los clientes. No hay reglas particulares a la hora de demandar este tipo de studs.
Como ventaja, son más adaptables a los requisitos técnicos de proyectos especiales.
No obstante, hay que tener en cuenta que se fabrican bajo pedido. Dicho con otras palabras, se debe estudiar primero el tipo de diseño requerido, solicitar los materiales y producirlos. Así que la entrega no es tan rápida.
Ambas peticiones son complementarias y no sustitutivas. Además, ponen de relieve que la clave del éxito es la buena comunicación entre cliente y proveedor.
En ACFI somos más que distribuidores. Fabricamos studs personalizados (o “a la carta”), al mismo tiempo que tenemos un amplio surtido de studs estándar. Descarga nuestro catálogo para acceder a toda la información técnica.
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